Enfermedad inflamatoria intestinal de carácter autoinmune. Esto significa que el sistema inmunitario de la persona ataca por error y destruye tejido sano. Resultan inflamadas partes del tubo digestivo.
La alimentación controlada es básica en esta enfermedad, tanto en la fase de brote como en la que no presenta síntomas.
Las personas que lo sufren cuando están en fase de crisis suelen tener:
Diarreas, fiebre, mucho cansancio, dolor abdominal, pérdida del apetito lo que supone una bajada de peso.
SI ESTÁS EN LA FASE DE BROTE
Ingerir el mínimo de fibra insoluble, es decir, nada de cereales integrales.
No ingerir alimentos con lactosa y gluten. Evite las carnes rojas y los embutidos igual que los productos procesados, la bollería, la mantequilla, nata, margarinas, quesos curados.
Evitar el café o el té intenso, el alcohol y el tabaco siempre.
Aceite de oliva virgen extra 1-2 cucharadas soperas al día como mucho.
Come alimentos como:
arroz blanco, patata hervida, pasta blanca y pan sin gluten, zanahoria hervida, calabaza.
Dulce de membrillo, compota de manzana sin azúcar, manzana o pera al horno o al microondas, plátano maduro.
Pescado blanco, clara de huevo, carnes blancas, jamón ibérico. Tofu blanco bien cocido, "yogur" de soja.
Bebe agua, infusiones de manzanilla, te diluido (efecto astringente) y suero oral.
Cocinar en el horno (mejor a 180 °, olla exprés, hervido, vapor, papillote, microondas.
importante:
Come 5 o 6 veces al día en menos cantidades y mastica bien los alimentos. Descansar 20-30 minutos después de cada comida con la cabeza levantada.
Cuando disminuya el número de deposiciones puedes incluir otros alimentos progresivamente como judía verde, tortilla, berenjena al horno sin las semillas, calabacín pelado en poca cantidad, leches vegetales como avena y soja. Pasta blanca. Boniato hervido o al horno huevo duro. Tostadas de arroz. Pa Dextro.
SI ESTÁS en la fase asintomática
La dieta debe ser saludable y equilibrada.
Debes evitar:
Espinacas, naranjas y alimentos grasos como los embutidos, mantequillas, margarinas.
Alcohol y café (incluido el descafeinado) y picantes.
Alimentos cocinados a temperaturas altas, quemados y demasiado tostados. Muy irritantes para el intestino.
Alimentos flatulentos (coles, alcachofas, cereales integrales, legumbres con piel, bebidas con gas).
Alimentos con sorbitol (caramelos, chicles).
Evitar la lactosa.
Hay que consumir más:
Alimentos ricos con beta carotenos como la papaya, la zanahoria, el mango, la calabaza. Grandes protectores del tubo digestivo.
Alimentos con proteínas de fácil digestión. Pescado blanco y carnes blancas.
Aceite de oliva virgen, aguacate, germen de trigo, calabacín, ajo, cebolla, setas, huevos, pescado azul y nuevos.
Yogures (si se toleran bien) y postres de soja enriquecidos con bacterias lácticas.
Suplementos : Probióticos, polen (gran cantidad de beta carotenos), omega 3.
Cada persona tiene sus tolerancias, por tanto escucha tu cuerpo y ten en cuenta si algún alimento te hace más o menos mal.
