SOBREPESO I OBESIDAD


¿Cuándo hablamos de obesidad? 




Cuando hay un aumento de peso asociado al aumento del tejido adiposo (de grasa), siendo el porcentaje de grasa superior al 25% del peso corporal en los hombres y el 32% en las mujeres. 

Los especialistas tenemos varias maneras de medir el estado de la persona y poder así tratarla. 

Para conseguir un normo peso, hay que hacer un seguimiento de cada individuo, evaluando la alimentación, la medicación si toma, los antecedentes familiares, el estilo de vida. No todo sirve para tod@s. 

Fuertes complicaciones de salud vienen relacionadas con la obesidad, por lo tanto es muy importante tratarla lo antes posible.


¿Qué hay que hacer? 

Según el estilo de vida, gustos, edad, actividad física y valoración de analítica de sangre, se calcula la ingesta calórica. La reducción de peso debe ser progresiva y bien estructurada. 

Olvídate de dietas milagrosas y muy restrictivas. 

Ni dietas imposibles ni desequilibradas. Comer sano y con coherencia. 

No creas que una dieta  debe ser aburrida y limitante. El objetivo es disfrutar con la comida más saludable y que siempre forme parte de tu alimentación. 

La base de la alimentación saludable es la ingesta diaria tanto de frutas, verduras, proteínas menos de origen animal y más vegetal (un par de raciones al día combinando carnes de aves, pescado, huevos, temphe, tofu, soja texturizada). Lácteos mejor de cabra y oveja ​​un par al día si son bien tolerados. Hidratos de carbono en menor medida   y según la actividad física como la pasta  integral, el pan integral, (evitando al máximo el gluten), el arroz integral y las patatas.  

Frutos   secos  cada día, legumbres 3-4 veces a la semana (como fuente de proteínas). Utiliza las grasas saludables como el aceite de oliva, el aguacate, incluso el aceite de coco. Ayudan a saciarnos y nos evita las ganas de picar entre horas.  Agua para hidratarte e infusiones. 

No pienses en un régimen que comienza un día y finaliza, para luego volver a tu alimentación anterior. Así se vuelven a recuperar los kilos y no habrá servido de nada lo que estabas consiguiendo que era aprender a llevar una vida sana y equilibrada. Esto no quiere decir que nunca más se pueda comer ciertos alimentos , simplemente que que llegará un momento que no pensaremos tanto en ellos y los tomaremos de manera puntual.

Muy importante, dejar mínimo 14-16 horas entre la cena y el desayuno. Intenta cenar lo más pronto posible. Todas estas horas de "ayuno" harán que mejores tus indicadores de salud y te ayuden a perder peso.


Pautas Psicológicas a tener presente


Debes distinguir entre ansiedad y hambre. 

Come pausadamente, en la mesa. Utilizar platos más pequeños para presentar los alimentos. 

Respeta tu hambre física, no emocional. (No me sirve ... me como tres bombones para merendar y después no ceno .. GRAN ERROR!). 

Si tienes ansiedad por comer, busca una actividad para hacer. Leer, escribir, salir a dar una vuelta, o hacerte una infusión. 

Busca maneras de relajarte como sentir tu respiración y ser consciente de ella. Ponte música agradable. 


El ejercicio físico

Ser una persona activa no significa estar todo el día en el gimnasio. Trata de caminar a buen paso, deja el ascensor sólo para cuando vas con carga. Si tienes opción apúntate unos días a hacer piscina, pilates, salidas, toda actividad será bienvenida. Al principio cuesta pero verás que el cuerpo se adaptará y lo necesitarás.  




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